Se conoció hace unos días la disposición de ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) donde se prohíbe el uso de 8 sustancias en jabones personales. ¿Por qué se tomó esta medida?

Estos bactericidas, al igual que los que tomamos por vía oral (los antibióticos) son capaces de crear resistencia en los microorganismos, con lo cual cada vez necesitaríamos sustancias más potentes para poder eliminarlos.

Además, estos limpiadores barren toda la flora de la piel, incluso la que es habitual y beneficiosa para nosotros, que son parte de nuestra defensa natural.

¿Qué usamos entonces?

Nada reemplaza el correcto lavado de las manos con agua y jabón común. Tampoco debe realizarse de manera compulsiva y a cada rato.

¿Cuándo debemos lavarnos las manos?

• Luego de visitar el baño.
• Luego de cambiar un pañal.
• Luego de tener contacto con un animal o con desperdicios del animal.
• Antes y después de la preparación de alimentos, especialmente luego de manejar carne, pollo o pescado cruda.
• Antes de comer.
• Luego de soplar la nariz.
• Luego de toser o estornudar en las manos.
• Antes y después de tratar heridas o cortaduras.
• Antes y después de atender a una persona enferma o lastimada.
• Luego de manejar desperdicios de basura.
• Al colocar o remover los lentes de contacto.
• Cuando visitamos baños públicos.

¿Y si no estoy en un lugar con agua y jabón?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), si una persona no dispone de agua limpia ni jabón, se recomienda el uso de un desinfectante para manos a base de alcohol.

Los desinfectantes para las manos a base de alcohol son de acción rápida y reducen considerablemente el número de gérmenes en la piel.  El alcohol como componente principal de estos desinfectantes es usado como antiséptico desde los comienzos de la medicina moderna. Es efectivo contra un gran número de microorganismos como: bacterias, hongos y virus.

Sin embargo, si las manos están excesivamente sucias, el desinfectante a base de alcohol no tendrá el efecto germicida deseado.

Estos desinfectantes a base de alcohol pueden presentarse en forma de geles, lociones y toallas sanitizantes en una concentración del 70%, y pueden contener además otras sustancias que ayuden a no resecar la piel, como la glicerina, aloe vera, etc.

¿Cómo usar correctamente el alcohol en gel?

Este mismo procedimiento se utiliza para el lavado de manos como para la aplicación del alcohol en gel.

1. Desde un dispensador fijo o portátil, aplique la solución con alcohol en su palma.
2. Frote sus manos, palma con palma.
3. Frote sus manos, palma derecha con dorso izquierdo y entrecruce los dedos.  Luego, palma izquierda con dorso derecho y entrecruce los dedos.
4. Frote sus manos palma con palma con los dedos entrecruzados.
5. Frote las yemas de los dedos de su mano con las yemas de su mano opuesta.
6. Frote el pulgar dentro de la palma de su mano opuesta con movimientos rotatorios, y viceversa.
7. Frote de manera rotatoria la palma de su mano con las yemas de su mano opuesta y viceversa.
8. Este procedimiento debe durar entre 20-30 segundos.  Si a los 15 segundos siente sus manos secas, no utilizó la cantidad suficiente de solución a base de alcohol para realizar el lavado de manos por lo que debe, realizar nuevamente el procedimiento.

Las prácticas de higiene de las manos son herramientas clave de prevención.

Con este simple hábito, que debemos enseñar a nuestros niños desde muy pequeños, podemos evitar o disminuir la incidencia de enfermedades o infecciones gastrointestinales, respiratorias y de la piel.

Recuerde usar sólo desinfectantes avalados por ANMAT o productos preparados magistralmente en su Farmacia Elaboradora de confianza.

NO COMPRE DESINFECTANTES NO SEGUROS, como los que se venden en la vía pública, ni productos sin aprobación oficial.

Farmacia Tancreda prepara Alcohol en Gel y Solución Tópica de Alcohol siguiendo las Normas de Buenas Prácticas de Preparación en Farmacia del Códex Farmacéutico Bonaerense.

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