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Cuidando la salud bucal

De las enfermedades dentales la más frecuente es la caries dental. Esta enfermedad no ofrece inmunidad, es decir, puede presentarse durante toda la vida y a cualquier edad, aunque tiene más prevalencia en niños y adolescentes. En los adultos se manifiesta más la enfermedad periodontal, aquella que afecta a los tejidos de sostén del diente. Estas son las dos patologías mas frecuentes y pueden ser prevenidas mediante recursos muy económicos y fáciles de aplicar.
Las caries se producen por la acción de la placa bacteriana, el acúmulo de bacterias en la boca produce caries e inflamación en las encías. Estas bacterias se alimentan de azúcares, por ello es fundamental la dieta y la higiene como herramientas de prevención.

Consejos:

  • Cepillado frecuente después de cada comida.
  • Uso de hilo dental en las zonas donde el cepillo no llega.
  • Control diario de la salud de las encías.
  • Cuidado de la dieta (baja en azúcares).
  • La saliva también es importante, si nota cambios en la cantidad, consistencia, etc. consulte a su odontólogo.
  • Es posible tomar bebidas cola u otras gaseosas azucaradas y comer golosinas, siempre y cuando después de cada ingesta se realice un cepillado profundo de los dientes.
  • Es importante evitar alimentos o bebidas azucaradas entre comidas.

Es aconsejable el uso de pastas dentales fluoradas, y para los más chicos pastas pediátricas con la dosis de fluoruro indicada para ellos.

Fluor (fluoruro de sodio): actúa otorgando mayor resistencia a la desmineralización provocada por el ácido bacteriano. Las piezas dentales resultan menos vulnerables a su destrucción ya que el fluor se incorpora a la estructura cristalina del esmalte dental.

Xilitol: inhibe el metabolismo de los microorganismos, reduce su reproducción.

Doble flúor: la acción conjunta del fluoruro de sodio y del monofluorfosfato de sodio reduce notoriamente la disolución del esmalte dental, haciéndolo mas resistente.

Etidronato sódico: impide el crecimiento y depósito del sarro dental.

Triclosán: potente bactericida que actúa como antiséptico.

El hilo encerado facilita la remoción de la placa bacteriana, se desliza más fácilmente y no se deshilacha.
Se recomienda el uso de cepillos de cerda suave a extrasuave, no las cerdas duras que pueden lastimar las encías.