Tétanos

Una enfermedad que sigue presente.

El tétanos en una enfermedad infecciosa, no contagiosa y a veces mortal, conocida desde la antigüedad y causada por un microorganismo que se encuentra en casi todas partes, el Clostridium tetani.

Esta bacteria está presente en el suelo y en la materia fecal de hombres y animales. En estos sitios vive en forma de espora resistente al calor y a los químicos (desinfectantes y antisépticos).

Produce una toxina que desencadena la enfermedad y la difunde a través de los tejidos, causando espasmos musculares intensos.

El tétanos no se previene con solo curar una herida con un antiséptico. La única forma segura y efectiva de prevención es la vacunación.

El Clostridium tetani ingresa al cuerpo a través de:

Heridas cortantes o punzantes con tierra, vidrio, madera o metal.
Heridas por armas de fuego o pólvora (juegos pirotécnicos).
Infecciones de ombligo (tétanos neonatal).
Inyecciones con agujas no esterilizadas (tatuajes y piercing).
Quemaduras.
Fracturas expuestas.
Abortos sépticos.
Úlceras decúbito (en postrados).
Lesiones dentales infectadas.

Si bien existen algunas heridas y lesiones que pueden desarrollar el tétanos con más frecuencia que otras, el riesgo potencial de contraer la enfermedad se encuentra presente en toda herida.

El síntoma principal es el endurecimiento de los músculos de la masticación (trismo). Los espasmos también pueden afectar el tórax, el cuello, la espalda y los músculos abdominales. Los espasmos musculares de la espalda a menudo causan arqueamiento, llamado opistótonos. Algunas veces, los espasmos afectan músculos que ayudan con la respiración, lo cual puede llevar a problemas respiratorios.

El sistema nervioso central del paciente se sensibiliza al extremo tal que ante mínimos estímulos (ruidos, luces) puede padecer de espasmos y contracturas. La acción muscular prolongada causa contracciones súbitas, fuertes y dolorosas de grupos musculares, lo cual se denomina tetania. Estos episodios pueden provocar fracturas y desgarros musculares.

La mortalidad de esta enfermedad es elevada: 1 de cada 3 adultos y todos los recién nacidos que contraen la enfermedad fallecen.

Prevención

El tétanos es completamente prevenible con una vacuna antitetánica activa, la cual se piensa que brinda protección por 10 años. La vacuna está elaborada con un toxoide tetánico que desencadena en el organismo la producción de anticuerpos protectores contra la enfermedad.

Existe también una inmunidad pasiva compuesta por una gammaglobulina tetánica, que otorga protección por períodos breves y está indicada solamente en casos de heridas o lesiones en personas no vacunadas.

Indicaciones

Inmunización activa contra el tétanos, en todas las edades.
Profilaxis en caso de lesión.
Profilaxis por riesgo quirúrgico.
Profilaxis por cirugías odontológicas.
Prevención en medicina laboral y deportiva.

Esquema de vacunación

Inmunización base:

Se aplicarán 3 (tres) dosis de 0,5 ml por vía intramuscular, las 2 primeras con un intervalo no menor de 4 semanas y la tercera un año después de aplicada la segunda dosis. En caso de interrumpirse el esquema, se continuaran con las dosis faltantes, no siendo necesario iniciar la serie nuevamente.

Refuerzos:

Se recomienda vacunaciones de refuerzo en personas adultas cada 10 años, administrando una dosis de 0,5 ml.

Personas lesionadas que han recibido el esquema de vacunación y que presentan heridas de consideración deben recibir un refuerzo si el último data de mas de 5 años. No existen límites de edad para la inmunización contra el tétanos y hasta las personas mayores deben recibir inmunización primaria o refuerzos (según lo indique el médico).

Es importante que conserve y mantenga al día su Carnet de Vacunación Antitetánica.

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