La importancia del control visual, auditivo y del análisis de sangre

Cómo cuidar la vista:

Podemos hacer mucho por la vista del recién nacido. Cuanto más prematuro es un bebé, menos desarrollada está su retina al nacer, y tiene más riesgo de padecer una enfermedad llamada retinopatía del prematuro que puede producir disminución de la vista e incluso ceguera. El riesgo es mayor si, además, estos bebés necesitan recibir oxígeno. Por eso es importante que todos los niños nacidos prematuros con menos de 1.500 gramos de peso sean controlados por un oftalmólogo todas las veces que el médico indique. Este control se realiza de manera gratuita en todos los centros de salud y hospitales públicos del país.
Si el bebé es prematuro y recibió oxígeno, no dudes en solicitar el control oftalmológico.

Un análisis de sangre evita problemas:

Un simple análisis de sangre permite detectar y tratar a tiempo enfermedades metabólicas congénitas. Estas enfermedades son causadas por la alteración de un gen que pueden producir problemas graves en el desarrollo si no son detectadas a tiempo. Por eso el análisis es muy importante ya que el recién nacido puede no presentar ningún síntoma. Este control es muy rápido y se realiza tomando una gota de sangre del talón del bebé. Se realiza de manera gratuita en todos los centros de salud y hospitales públicos del país. Es importante retirar el resultado y llevárselo al médico que controlará la salud del niño.
No dudes en solicitar el análisis durante la primera semana de vida en la maternidad donde nació tu bebé.

Cómo saber si el bebé oye bien:

Antes del primer mes de vida, todo recién nacido debe hacerse el estudio de las otoemisiones acústicas. La Ley 25.415 de detección temprana es universal. Muchas veces es difícil sospechar un problema de audición y sólo se detecta estudiando al bebé. Este control es obligatorio y se realiza de manera gratuita. En todos los centros de salud y hospitales públicos del país le indicarán dónde puede realizarlo.

Controles a partir del mes:

Luego, si el bebé se va desarrollando normalmente, se deberá realizar un control mensual hasta los 6 meses. Además de pesarlo, medirlo, medirle la tensión arterial y hacerle una revisación clínica completa, el médico controlará e indicará vacunas, observará cómo crece y se desarrolla el niño, y responderá las dudas que tenga la familia sobre la crianza u otros temas relacionados. A partir de esa edad, y siempre que el pediatra no indique lo contrario, la frecuencia de los controles de salud necesarios se va espaciando:

•Entre los 6 y los 12 meses: cada 2 meses (es decir, a los 8, 10 y 12 meses).
•Entre el primer y el segundo año, cada 3 meses (es decir, a los 15, 18 y 24 meses).
•A partir de los 3 años: un control anual.

Libreta sanitaria:

Es muy importante que cada niño tenga su libreta sanitaria, donde consta la información sobre el embarazo y nacimiento, el peso, la talla, las vacunas que recibió y cualquier otra información de interés sobre su salud. Debe llevarse a cada control para que el profesional pueda revisar y actualizar los datos.

Fuente: Ministerio de Salud, Web.